La Inspección Técnica de Edificios (ITE) es una inspección periódica de los edificios destinados preferentemente a uso residencial situados en municipios de más de 25.000 habitantes para determinar su estado de conservación, condiciones de estabilidad, seguridad, estanqueidad, consolidación y habitabilidad.
Surge como una medida de control que pone en conocimiento del propietario y de la administración las posibles deficiencias de los edificios y las actuaciones de subsanación necesarias. La Inspección Técnica del Edificio acredita las condiciones de seguridad de los edificios, así como las condiciones de habitabilidad en función de su uso.
La ordenanza de cada Ayuntamiento establece los plazos de presentación.
Los elementos constructivos que deben ser analizados en una ITE son:
El plazo de validez de la ITE lo define el municipio o la Comunidad Autónoma correspondiente, normalmente suele ser de 10 años.
Corresponde la obligación de efectuar la inspección a los propietarios de los inmuebles, para lo cual deberán contratar los servicios de técnicos competentes. Dichos técnicos deberán estar colegiados y habilitados para ejercer la profesión.
Las profesiones más habituales a la hora de realizar las inspecciones son Arquitectos y Arquitectos Técnicos.
Artículo 21, Disposición Adicional Tercera y Disposición Transitoria Segunda del Real Decreto-Ley 8/2011, de 1 de julio.
